Empresa familiar fundada en el 1967 por Adelardo Pons Pons, después de haber aprendido el oficio trabajando en La Menorquina y La Tropical.
Su hijo Bartolomé Pons Pons aprendió el oficio de su padre desde joven y así pudo continuar con el negocio junto a parte de sus hermanos y otros trabajadores.
Actualmente, su hija, Carolina Pons Cardona y su yerno Oscar Fernández González, están haciéndole el relevo generacional, continuando con la esencia del negocio familiar.
Elaboraciones artesanales de productos de pastelería, como su clásica Tortada d'ametlla; de bollería, como croissants, ensaimadas, chuchos... entre otros y de panadería, con los brioxes y los cubanitos.